Terapia auditiva-verbal
Se basa en la enseñanza y aprendizaje de los padres del niño con problemas de audición, a crear constantemente un ambiente auditivo para sus hijos.
La terapia siempre se brinda de manera individual con la asistencia de uno o ambos padres para que, de manera activa y con su participación, puedan adquirir los conocimientos necesarios para transferir lo que se realizó de manera formal en la terapia, en el hogar y en la vida diaria. Uno de sus objetivos es el desarrollo adecuado del habla con una buena articulación del lenguaje, enfatizando que el objetivo primario y fundamental en la terapia es entrenar la mente del niño a estar atenta, a atender y a usar el sonido.
Es una estrategia de intervención temprana para niños con deficiencias auditivas que fomenta el uso de la audición para el aprendizaje del lenguaje verbal. La enseñanza comienza tan pronto el niño es diagnosticado.
Es un enfoque UNISENSORIAL, ya que excluye la enseñanza formal de la lectura
Principios de la TAV
1.Maximizar la participación de los padres
2.Maximizar la audición
3.Maximizar el lenguaje hablado
4.Maximizar la comunicación como un acto social
5.Realizar terapia diagnóstica
Auditivo oral
Se opta por este método cuando los niños, por diferentes razones, no son
capaces de manejarse y funcionar a través de la audición únicamente. Estos
niños requieren la lectura labiofacial para desarrollar su lenguaje oral. Los
estímulos verbales y sonoros son siempre dados primero por el canal visual y
posteriormente, por audición. Se trabajan vista y audición de manera paralela.
El trabajo auditivo oral es el adecuado para aquellos niños que tienen,
además de su problema auditivo, otros problemas agregados al primero, de manera
que ni el buen trabajo, ni la mejor ganancia de los dispositivos de ayuda son
suficientes para permitir la adquisición del lenguaje de manera más incidental
y casi sólo por audición.
Tiene la característica común de que dependen esencialmente de la lectura
de los labios y excluyen por completo cualquier clase de signos naturales o
gestos. Consideran que el joven sordo
oralmente educado se desenvuelve muy favorablemente en la vida y que la
práctica en el habla y labio lectura permite una adaptación precoz a un mundo
en el que el habla constituye el modelo principal de comunicación.